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Me gusta ser el aire. Margaret Atwood
“Me gustaría ser el aire
que te habita solo por
un momento.
Poema a Cris. Julio Cortázar
Nunca sabré por qué tu lengua entró en mi boca
cuando nos despedimos en tu hotel
después de un amistoso recorrer la ciudad
:
Santa Rita. Natalia Romero
Volvió a brotar la Santa Rita, me dice.
Vieras qué bonitas sus flores.
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No vi llover en tu casa del árbol. Mercedes Halfon
No vi llover en tu casa del árbol
no subimos los peldaños de madera
para apreciar ese pasto tan verde
que su nombre es provenir
:
Hace algún tiempo.Fabián Casas
Hace algún tiempo fuimos todas las películas de amor mundiales todos los árboles del infierno. Viajábamos en trenes que unían nuestros cuerpos a la velocidad del deseo.
:
En el principio era el verbo. Jorge Enrique Adoum
te numero, te teléfono aburrido te direcciono (callo, caso y escalero)
:
En la punta de mi nariz. Luis Hernández Quiñones
En la punta de mis dedos La cóncava superficie de tus pechos
Te amo por ceja. Julio Cortázar
Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
:
Una del montón. Wislawa Szymborska
Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien completamente diferente.
A mi amante que regresa con su esposa.Anne Sexton
«Enfrentémoslo, he sido momentánea.
Un lujo. Una lancha rojo encendido en la bahía.
La humildad feroz de la belleza. Julia Otoxoa
La humildad feroz de la belleza insiste entre las ruinas, estos días desesperados
Anoche volaba. Luis Hernández Quiñones
La alegría de
– Nadar al viento
– Cruzar como
Bólido
:
El Vado. José Watanabe
Si vas por la playa donde se vadea el río
verás,
plantadas en el limo,
largas varas de eucalipto. Están allí
para los caminantes que van a la otra ribera.
Una será tu cayado
Canción extranjera. Luis García Montero
Estas vigas azules.
¿Qué araña tejerá el dolor de sus cuentos?
Hay gente. Jaime Lima Quintana
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
Farmacia de guardia. Carmen Martín Gaite
No es Valium ni Orfidal, no me ha entendido. Se trata de la fe. Sí: de la fe. Comprendo que es muy tarde y no son horas de andar telefoneando a una farmacia con tales quintaesencias. Lo que yo necesito para entrar confiada en el vientre del sueño es algún específico protector de la fe.
Preguntas. Juan Gelman
¿Por qué quiero llenarte solamente de mí y abarcarte, acabarte, mezclarme a tus huesos
Crees que no te quisieron. Haruki Murakami
Ella volvió la cabeza y me miró fijamente. Hizo un gesto afirmativo.
Duración. Juan Liscano
La memoria sorprende en la blancura de corredores enfilados y es un salto la
Si supiéras. Violeta Luna
si supieras
si solo ouna milésima,
si sólo un pedacito,
un lado de mí misma conocieras
sabrías que estoy hecha de ciruelas,
Cayó la noche. Amparo Montejano
Se tendió tu cuerpo (suave) junto al mío,
y nuestras dos mentes sintiéronse amadas.
Luxumei. Cecilia Vicuña
Necesito decir que mi atavío natural son las flores aunque me vestiré de un modo
Mujercitas. Ana Merino
Pero también nosotras, las que buscamos el amor
en los versos sin alas de todos los ángeles caídos
nos vamos quedando solas,
Las herencias. Piedad Bonnet
ijo mío, me duelen las herencias
Esta culpa, zarza que arde y me quema,
y que no me concede saber cual fue el pecado
Si me llamaras. Pedro Salinas
¡Si me llamaras, sí;
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios,
desde la voz que dice: “No te vayas”.
Quiéreme entera. Dulce María Loynaz
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Para hacer el amor. Francisco Cisneros
Para hacer el amor a una muchacha
El cielo debe ser azul y amable, limpio y redondo como un techo
Mi hija junta flores. Samantha San Romé
Mi hija junta flores
y las apila sobre mis manos.
Cuando se aleja
intento mirarla como si no fuera mía
La lluvia.La noche.La ventana rota.Nika Turbiná
Y los trozos de cristal
congelados en el aire
como las hojas
Que importa cuando lees poesía?. Jaime Gil de Biedma
“Cuando lees un poema, lo que importa no es entenderlo; lo que importa es que te guste. Y si te gusta, ya lo entenderás, alguna vez lo entenderás. Si te pones a pensar en por qué te ha gustado, acabarás entendiendo el poema. […] Un poema se tiene que leer de una vez, porque es un organismo acústico;
Carta al vacío. Ernestina de Champourcin
Es escribir a alguien
o lanzarse al silencio,
a nadar en lo oscuro,
a encender una llama
Soy otra. Svetlana Cârstean
nos hemos quedado pequeños
aprendimos a ser pequeños
es la altura más conveniente
cuando eres pequeño puedes esconderte debajo de la mesa
Tu casa del árbol. Mercedes Halfon
No vi llover en tu casa del árbol
no subimos los peldaños de madera
para apreciar ese pasto tan verde
Blindaje. Carlos Marzal
Soy casi indestructible, porque tuve
una niñez feliz,
porque me amaron
y supe que me amaban, y aún lo sé.
La furia de los atardeceres. Anne Sexton
El horizonte sangra
y se chupa el pulgar.
El pequeño pulgar rojo
Para la casa nueva. Ursula Le Guin
Que esta casa se llene de olores a cocina y con sombras y juguetes y nidos de ratones…
La permanencia. Anahí Mallol
de todos modos sí
a veces quisiera ser una piedra
esas tardes de júbilo pagano
No estás sola(fragmento) . Louise Gluck
Fui joven aquí.
Montaba en el metro con mi librito
como para protegerme
de este mismo mundo:
no estás sola’
decía el poema
en el túnel oscuro”.
Mis poemas. Niká Turbiná
Que un niño enrede los hilos,
no es posible ir por un camino recto.
Y con sólo un color no se puede
llenar el mundo entero.
Que mis palabras sean un arcoíris.
Iris Salvaje.Louise Gluck
Al final del sufrimiento
me esperaba una puerta.
Escúchame bien: lo que llamas muerte
lo recuerdo.
Madrigal. Marcos Herrera
Proust decía que un libro era
como unos anteojos que
te hacían ver cosas que si no no podías ver
Tú la única. Paul Eluard
Las barcas de tus ojos se extravía en el encaje de las desapariciones