Abrir balcones. Isabel Bermejo

Hay que irse acostumbrando

al viejo rostro diario,

al espejo que muestra las edades,

los surcos de la piel y las heridas.

El tiempo huele siempre

a armario viejo,

a alcoba sucia y poco ventilada.

Hay que abrir los balcones,

que el aire vuelva limpio

a llenar las estancias.