Poema a Cris. Julio Cortázar Nunca sabré por qué tu lengua entró en mi bocacuando nos despedimos en tu hoteldespués de un amistoso recorrer la ciudady un ajuste preciso de distancias.Creí por un momento que me dabasuna cita futura,que abrías una tierra de nadie, un interregnodonde alcanzar tu minucioso musgo.Circundada de amigas me besaste,yo la excepción, el monstruo,y tú la transgresora murmurante.Vaya a saber a quién besabas,de quién te despedías.Fui el vicario feliz de un solo instante,el que a veces encuentra en su salivaun breve gusto a madreselvabajo cielos australes.