Este tiempo de amor nunca termine. No lo empañe el olvido con su óxido; debe quedar intacto hasta la muerte lo que nació inmortal como el sonido.
Este tiempo de luz alguien lo salve; lo arranque alguien de este precipicio al que se aboca ya desde que alienta. Que alguien corte la amarra y vaya suelto del tiempo, a la deriva, hasta la playa donde no lo fulmine el rayo a pesar suyo, no lo desgaste el tiempo como a un día.