Sabes que te conozco. Antonio Lucas

Pues sabes que conozco

el secreto de tu nombre,

el terco olor de tu existencia,

los ojos entregados a un llanto con palmeras,

tus ojos que se cierran y no regresan nunca

y así se van llenando de nieve o de accidentes,,

se apagan muy despacio en su mañana interna

como una playa hereda el amor de quien la pisa

con suicida calma,

como un hombre se entrega al sueño

que lo habita,

aunque la muerte sea.