Patria. Felix Maraña

Un lugar donde el odio esté prohibido,

un espacio sin templo obligatorio,
un vivir sin mortaja o velatorio
e hincar con la rodilla, suprimido.

Un paisaje liberto, falansterio,
donde sólo dirija la cabeza,
reparta pan, justicia y no tristeza,
luzca la luz y reluzca el criterio.

Que la mente y el cuerpo y su memoria
conformen el país y sus circuitos,
sin cercas, ni collares, pena o gritos,
y liberen lo humano de la escoria.

Esa es la patria que a vivir prefiero:
Que el trato del respeto sea su gloria,
sin tanto respirar furioso y fiero.