No existe el fin.Isabel Marina

Puede parecer un milagro
que, después de tantos años,
siga el amor expresándose
en nuestros cuerpos,
nos siga amalgamando
en una alquimia,
en un renacimiento continuo,
devolviéndonos a la epifanía
de la primera vez.

Se abrazan nuestros cuerpos
y los dos comprendemos
que estábamos juntos
antes del principio,
y que no existe el fin.