“Pienso en ti a menudo. Especialmente por las noches, cuando estoy en el balcón y está demasiado oscuro para escribir o hacer cualquier otra cosa que no sea esperar las estrellas. Un tiempo que amo. Uno se siente medio incorpóreo, sentado como una sombra a la puerta de su ser mientras sube la marea oscura. Luego viene la luna, maravillosamente serena, y las pequeñas estrellas, muy alegres por alguna razón propia. Es muy fácil olvidar, en una vida mundana, prestar atención a estos milagros”.