A tiro. Patricia Benito

Alejo mi cuerpo del tuyo,
aunque mi alma siga en él.
Aunque se adhiera
a tu ser,
a tu recuerdo,
aunque se imante a tus huesos.

Intento atraer mi mente hacia otro lugar:
más calmado, más iluminado,
más alejado de ti.

Por inercia te olvidará,
no queda otra.
Tus rincones no son habitables:
son oscuros y húmedos,
agrestes y escarpados;
en ellos siempre se está a tiro.

No hay quien se sienta segura
en este amor
que abre la ventana solo a ratos,
airea la alcoba y la tristeza,
y vuelve a expulsarme de allí.