A la muchacha. Juan José Saer

Hay veces que no estamos

juntos, y sin embargo

yo siento que tú estás

aquí, hablando conmigo,

mirando lo que escribo,

silenciosa, a mi espalda,

llenando con tu risa,

la pieza, dando vida

a muebles y retratos,

alegre, victoriosa,

como si por nosotros

el espacio se hubiera

comprimido, juntándonos,

fabricando el milagro

del amor, profundísimo:

hacer que lo imposible

crezca, naturalmente.