de todos modos sí a veces quisiera ser una piedra esas tardes de júbilo pagano con un marcado sentimiento de satisfacción cuando el aire es ligero y los cuerpos se dejan estar se dejan ir y libres de peligro reposan en la certeza de la estación como si ésta no fuera a acabarse nunca no se pudiera decir ahora te toca a vos sos la próxima que tendrá que irse y tu carne se sabe cada vez más lejos de los árboles de la exuberancia de las hojas y sus brillos en el sol entonces ser una piedra para no irse nunca de ahí o al menos no ser la flor o el animal que piensa mañana ya no voy a estar sino el que se dice fue un verano precioso precioso y nada más.